- Título original: The conspirator.
- Dirección: Robert Redford.
- Año: 2011.
- Género: Drama, histórico.
- Interpretación: James McAvoy , Robin Wright ,Kevin Kline, Evan Rachel Wood , Danny Huston , Justin Long , Tom Wilkinson, Alexis Bledel , Toby Kebbell , Colm Meaney .
- Guion: James D. Solomon.
- Producción: Brian Peter Falk, Bill Holderman, Robert Redford, Greg Shapiro y Robert Stone.
- Música: Mark Isham.
- Fotografía: Newton Thomas Sigel.
- Montaje: Craig McKay.
- Diseño de producción: Kalina Ivanov.
- Vestuario: Louise Frogley.
- Distribuidora: DeAPlaneta
SINOPSIS
Tras el asesinato de Abraham Lincoln, ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar al presidente, al vicepresidente y al secretario de Estado. La única mujer que se encuentra entre ellos, Mary Surratt (Robin Wright), regenta una pensión donde el autor del magnicidio —John Wilkes Booth— y sus cómplices se reunieron y planearon los atentados simultáneos. Mientras Washington se recupera de las heridas de la Guerra Civil, el abogado Frederick Aiken (James McAvoy), un héroe de guerra unionista de 28 años, accede a regañadientes a defender a Surratt ante un tribunal militar. Sin embargo, el joven abogado sospecha que su cliente podría ser inocente, y que está siendo utilizada como señuelo y rehén para capturar a su propio hijo, John, el único conspirador que escapó a la orden general de busca y captura. Con el país entero en contra de Surratt, Aiken es el único dispuesto a destapar la verdad y salvarle la vida.
CRITICA
Cómo suele ser habitual, otra película más sobre el patriotismo americano centrado en la figura de Abraham Lincoln como uno de los héroes indiscutibles del continente norteamericano. De hecho, nunca antes se había abordado en una película (que yo recuerde) que pasó después del asesinato del Lincoln en el teatro.
Como aborda la película, después del asesinato de Lincoln los unionistas consiguen atrapar a varios de los conspiradores de la muerte del presidente (aunque el cabecilla de la operación escapa) y arrestan a la mujer que los acogía (sin ésta saber nada sobre la trama del asesinato); y cuyo abogado es un unionista que acepta a regañadientes defenderla, pero que a medida que van pasando los días del juicio se da cuenta que es inocente.
A lo largo de toda la película se demuestra como Mary Surratt (Robin Wright) es inocente, pero como los unionistas han ganado la Guerra Civil, quedaría muy mal visto que no condenasen a muerte a una enemiga del país (y por tanto del presidente) y sino, la guerra hubiera sido en vano. Desde esta perspectiva, es como erradicar una plaga, es decir, para que los insurgentes no sigan peleando por una guerra perdida (y a su vez los vencedores no tengan mala conciencia) deciden hacer un "juicio justo" pero que realmente va a acaba con la vida de la acusada (un caso similar fue la Guerra Civil española que se ve bien reflejado en La voz dormida, crítica que podéis consultar).
Incluso el abogado (interpretado por James McAvoy) tiene dudas del juicio y de su legalidad, y que si incluso fuese culpable la acusa, sino hay pruebas refutables de su participación no debería de ser condenada. Todas estas dudas le van abordando comentándolas incluso a su jefe, cuya mejor respuesta es que como es una "enemiga de la nación" su destino está asignado. Y a pesar de todos sus esfuerzos, las circunstancias no le son propicias.
El dilema moral que plantea la película es siempre hasta que punto los vencedores en circunstancias tan desagradables como una guerra, propicia que la verdad o la justicia es de unos pocos. Cuando realmente se debe de indagar hasta el fondo del asunto para conocer la verdad.
En cuanto al reparto, sigo diciendo que James MacAvoy me da demasiada grima (es como si siempre tuviera un aspecto mugriento), Robin Wright por fin demuestra lo buena actriz qué es quitándose el lastre del apellido de su ex-marido, Sean Penn, y haciéndose valer (ahí está la serie House of Cards donde hace una interpretación espléndida). Y el director/actor Robert Redford, que vuelve tras las cámaras después de Leones por Corderos, que sabe elegir proyectos aunque económicamente no suelen ser rentables.
Siempre las películas históricas o basadas en hechos reales tienen sus dudas sobre la veracidad, perdiendo el interés por parte del espectador. Aunque en el caso de esta película, los dilemas morales que se pueden plantear, pueden ocurrir en situaciones cotidianas.
Calificación personal: 7.9
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