- Título original: Marvin's Room
- Año: 1997
- Género: Drama
- Dirección: Jerry Zaks
- Intérpretes: Meryl Streep, Leonardo DiCaprio, Diane Keaton, Robert De Niro, Hume Cronyn.
- Guión: Scott McPherson, John Guare
- Música: Rachel Portman
- Montaje: Jim Clark
- Fotografía: Piotr Sobocinski
- Productora: Tribeca Productions
SINOPSIS
Dos hermanas que llevan dos décadas sin estar en contacto, se volverán a reunir no para pedir un favor, sino porque ambas se necesitan puesto que uno de los hijos de una de ellas acaba de salir del centro psiquiátrico por pirómano. Este reencuentro harán que los sentimientos salgan a flote.
CRITICA
Creo que todos mis lectores saben la predilección que siento por Meryl Streep por su gran versatilidad para interpretar cualquier tipo de papeles y porque siente a los personajes que interpreta. Si a esta gran actriz se le une otra como Diane Keaton, sale una película de una gran carga emocional (ojo, que no de tristeza) donde los diálogos y los planos hablan por si solos.
En la película se van hablando (aunque no directamente) de varios temas que acontecen a las hermanas. Por un lado tenemos el sacrificio junto con la redención. Una de ellas padece leucemia y el médico le recomienda que alguien le eche una mano con su padre que ahora ella necesita reposo para mejorar e intentar no cansarse demasiado. Pero Bessie (la enferma) no lo ve así, no ve que para ella sea un sacrificio tener que estar cuidando de su padre y de su tía, pero si es consciente de que necesita un poco de ayuda. Lo que provoca que su hermana pequeña, Lee, tenga que regresar al hogar familiar del que escapó no por una mala infancia, sino porque no soportaba la enfermedad de su padre.
Por otro lado se ve reflejado el amor, pero no el sentido de recibirlo sino de darlo. Esto se observa claramente cuando Bessie le dice a su hermana Lee: " Oh, Lee, he tenido tanta suerte. He tenido tanta suerte de tener a papá y a Ruth. He tenido tanto amor en mi vida. Ahora miro atrás y veo que he tenido tanto amor"; a lo que Lee le responde: "Ellos te quieren mucho" y Bessi le contesta: "No, no quiero decir eso, no. Me refiero al amor que yo he sentido por ellos. He tenido tanta suerte de haber podido sentir tanto amor por alguien". Este diálogo es realmente espectacular porque Lee no recibe ningún reproche de su hermana desde que llegó e incluso se preocupa de su hijos y a su vez, Bessie, siente como si el tiempo se hubiese detenido y nunca se hubiesen separado. Lo que le hace a Lee, replantearse su vida.
La habitación de Marvin tienen como referente de sentido a Bessie que cuida de su padre anciano, encamado y demenciado, y de su tía Ruth que también tiene rasgos seniles. Ha enterrado su vida en este servicio y ha renunciado a su propia familia y a su realización. Como ella misma indica, “ahora ya casi nada me parece importante”. Su misión ha ido resituando su vida, no tanto por una decisión previa sino como una respuesta a las necesidades de las personas queridas. Y ahora “no puedo imaginar un modo mejor de vivir mi vida”. El aparente fracaso de Bessie descubre una mujer que ha aprendido a amar. En el momento central de confesión dirá con agradecimiento: ¡He amado tanto! La figura de Bessie es paradigma para tantas personasque ejercen de cuidadores de otros sean padres enfermos, hijos con problemas mentales o necesidades especiales. Historias de una inmensa generosidad cotidiana, en disponibilidad plena de dedicación y, en ocasiones, durante muchos años. Esta experiencia cuando es iluminada por el amor se convierte en lugar desentido, no únicamente para quien la realiza sino para todos los que le rodean.
Por otro lado, la relación cariñosa que tiene Bessie con su padre nos recuerda también a como los padres dan la vida por sus hijos sin esperar nada a cambio y ella le trata no como si estuviera enfermo, sino como alguien que sigue luchando por vivir.
Todas las interpretaciones son francamente asombrosas así como el guión que no llega a ser lacrimógeno sino mucho más reflexivo y que hace que Lee, se plantee nuevas cosas y que incluso sirvan de algo para su hijo Frank. Dos grandes actrices para una gran historia y y con buen fondo, alegra el corazón de cualquier cinéfilo.
Calificación personal: 9
