- Título original: Amour.
- Dirección y guion: Michael Haneke.
- Año: 2012.
- Género: Drama.
- Interpretación: Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva , Isabelle Huppert , Alexandre Tharaud , William Shimell.
- Producción: Margaret Menegoz, Stefan Arnd, Veit Heiduschka y Michael Katz.
- Fotografía: Darius Khondji.
- Montaje: Nadine Muse y Monika Willi.
- Diseño de producción: Jean-Vincent Puzos.
- Vestuario: Catherine Leterrier.
- Distribuidora: Golem
SINOPSIS
Georges y Anne son dos profesores de música clásica jubilados. Ambos han sobrepasado los ochenta años y poseen una gran cultura. Su hija también se dedica a la música y vive fuera de Francia con su familia. Un día, Anne sufre un infarto. Al volver del hospital, un lado de su cuerpo está paralizado. El amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba.
CRITICA
Cuando vi esta película, tuve tal sobrecogimiento en el corazón que incluso no podía hablar después de haber visto la película. No solo por el tema tan duro que trata, sino también porque el final es tan impactante, que me quedé tan sorprendida que no supe como reaccionar.
El tema principal que trata es la vejez y como su relación se ve afectada o refortalecida cuando ella enferma y la parálisis invade su cuerpo. En la película se muestran dos reacciones: la de ella, que ante la imposibilidad de seguir una vida normal y que su marido se tenga que encargar de ella, decide enclaustrarse en de forma que se provoca a sí misma una parálisis emocional que pondrá en riesgo la relación con su marido; y el marido que desea mantener el amor de su mujer vivo, a pesar de su enfermedad, pero que se verá entorpecido por la desidia de ella.
A nivel emocional, la película es muy dura no sólo porque muestra lo que puede ser la vejez donde los ancianos están abandonados a su suerte y, que muchos de ellos no la suelen afrontar de manera positiva; pues piensan en todo lo que les ocurre en el presente frente a su pasado que les unió para siempre. Desde mi punto de vista, es una película que no deja lugar a la esperanza, ya que incluso la fotografía acompaña a la soledad de los ancianos mostrando un piso antiguo, con muebles muy antiguos y con poca iluminación que sobrecargan demasiado la casa. Incluso si el espectador se fija, la pareja de ancianos hacen su vida en el único sitio de la casa donde hay más luz: el salón, pudiendo ser una metáfora de que incluso ellos quieren huir de la soledad que les rodea.
La tendencia de los planos fijos llega a sugerir que a pesar de llevar toda una vida juntos, el matrimonio no parece tener comunicación, incluso ésta ha sido rehusada hacia los más cercanos; sobre todo con su hija que a pesar de su frialdad observa la realidad que acontece a sus padres y donde intenta que ellos se encuentren los más cómodos posibles. Aunque no sea comodidad lo que desean, sino soledad (la propia mujer en un momento de la película dice "no me lleves a una residencia").
Para nuestra desgracia, hoy día a los ancianos se les trata como si fuesen desechos de la sociedad y que fueran un estorbo, cuando realmente forman parte de nuestra historia y de nuestra vida y que todos, tarde o temprano llegamos a la vejez y habrá que saber afrontarla.
El espectador que desee verla, espero que se fije en un momento clave de la película donde se observa claramente que la situación pone a prueba el amor del matrimonio y el impactante final que conlleva consigo. Si bien es un poco lenta (por la fijación de los fotogramas), esta lentitud se reviste de metáforas visuales poco perceptibles a simple vista.
La ficha técnica es muy breve. El director, Michael Haneke, es habitual a mostrar en sus películas la maldad o miseria del ser humano; ejemplos son Funny Games y La cinta blanca, donde muestra el salvajismo al que llega al ser humano. El reparto, los dos ancianos están formidables donde Emmanuelle Riva recibió una nominación al Oscar en el 2013 (que injustamente se lo merecía más que Jennifer Lawrence en El lado bueno de las cosas). Obtuvo además otras cuatro nominaciones: mejor película, mejor director (Michael Haneke), mejor película de habla no inglesa (el cual ganó) y mejor guión original.
En resumen, el dilema (o pregunta) que plantea la película es: ¿el amor puede lograrlo todo?, ¿es posible una vejez feliz?, ¿serías capaz de afrontar la vejez? Son muchas preguntas, pero que tienen una respuesta muy sencilla: tu felicidad.
Calificación personal: 8.9
El tema principal que trata es la vejez y como su relación se ve afectada o refortalecida cuando ella enferma y la parálisis invade su cuerpo. En la película se muestran dos reacciones: la de ella, que ante la imposibilidad de seguir una vida normal y que su marido se tenga que encargar de ella, decide enclaustrarse en de forma que se provoca a sí misma una parálisis emocional que pondrá en riesgo la relación con su marido; y el marido que desea mantener el amor de su mujer vivo, a pesar de su enfermedad, pero que se verá entorpecido por la desidia de ella.
A nivel emocional, la película es muy dura no sólo porque muestra lo que puede ser la vejez donde los ancianos están abandonados a su suerte y, que muchos de ellos no la suelen afrontar de manera positiva; pues piensan en todo lo que les ocurre en el presente frente a su pasado que les unió para siempre. Desde mi punto de vista, es una película que no deja lugar a la esperanza, ya que incluso la fotografía acompaña a la soledad de los ancianos mostrando un piso antiguo, con muebles muy antiguos y con poca iluminación que sobrecargan demasiado la casa. Incluso si el espectador se fija, la pareja de ancianos hacen su vida en el único sitio de la casa donde hay más luz: el salón, pudiendo ser una metáfora de que incluso ellos quieren huir de la soledad que les rodea.
La tendencia de los planos fijos llega a sugerir que a pesar de llevar toda una vida juntos, el matrimonio no parece tener comunicación, incluso ésta ha sido rehusada hacia los más cercanos; sobre todo con su hija que a pesar de su frialdad observa la realidad que acontece a sus padres y donde intenta que ellos se encuentren los más cómodos posibles. Aunque no sea comodidad lo que desean, sino soledad (la propia mujer en un momento de la película dice "no me lleves a una residencia").
Para nuestra desgracia, hoy día a los ancianos se les trata como si fuesen desechos de la sociedad y que fueran un estorbo, cuando realmente forman parte de nuestra historia y de nuestra vida y que todos, tarde o temprano llegamos a la vejez y habrá que saber afrontarla.
El espectador que desee verla, espero que se fije en un momento clave de la película donde se observa claramente que la situación pone a prueba el amor del matrimonio y el impactante final que conlleva consigo. Si bien es un poco lenta (por la fijación de los fotogramas), esta lentitud se reviste de metáforas visuales poco perceptibles a simple vista.
La ficha técnica es muy breve. El director, Michael Haneke, es habitual a mostrar en sus películas la maldad o miseria del ser humano; ejemplos son Funny Games y La cinta blanca, donde muestra el salvajismo al que llega al ser humano. El reparto, los dos ancianos están formidables donde Emmanuelle Riva recibió una nominación al Oscar en el 2013 (que injustamente se lo merecía más que Jennifer Lawrence en El lado bueno de las cosas). Obtuvo además otras cuatro nominaciones: mejor película, mejor director (Michael Haneke), mejor película de habla no inglesa (el cual ganó) y mejor guión original.
En resumen, el dilema (o pregunta) que plantea la película es: ¿el amor puede lograrlo todo?, ¿es posible una vejez feliz?, ¿serías capaz de afrontar la vejez? Son muchas preguntas, pero que tienen una respuesta muy sencilla: tu felicidad.
Calificación personal: 8.9
No hay comentarios:
Publicar un comentario