- Dirección: Lasse Hallström.
- Año: 2005.
- Género: Drama.
- Interpretación: Robert Redford, Jennifer Lopez, Morgan Freeman, Josh Lucas, Damian Lewis, Camryn Manheim, Becca Gardner.
- Guión: Mark Spragg y Virginia Korus Spragg.
- Producción: Leslie Holleran, Alan Ladd Jr. y Kelliann Ladd.
- Música: Christopher Young.
- Fotografía: Oliver Stapleton.
- Montaje: Andrew Mondshein.
- Diseño de producción: David Gropman.
- Dirección artística: Karen Schulz Gropman.
- Vestuario: Tish Monaghan.
SINOPSIS
Se centra en la confluencia de las vidas de dos grupos de personas: Einar Gilkyson (Ro-bert Redford) y su ayudante y mejor amigo, Mitch Bradley (Morgan Freeman), que llevan viviendo y trabajando juntos cuarenta años en el rancho de Einer en el noroeste de Wyo-ming, y Jean Gilkyson (Jennifer Lopez), la nuera de Einer, y su hija de once años, Griff (Becca Gardner), que huyen de los malos tratos del novio actual de Jean, Gary (Damian Lewis).
CRÍTICA
No es un gran drama, pero si destaca varios valores (aunque algunos de forma más superflua), sobre el perdón, arrepentimiento, amar y ser amado.
A lo largo de la película destacan estos valores, que se ven reflejados en los diferentes personajes; y como al final todo el odio y el resentimiento que se sienten entre ellos, se acaba evadiendo para dar paso a los valores positivos.
No es una película para que al espectador se le suelten las lágrimas, pero se puede observar hasta que punto puede llegar el ser humano, para guardar tanto odio y rencor y apartar de su lado a los que siempre le han querido (se refleja en el personaje interpretado por Robert Redford). También trata el tema del maltrato a las mujeres (aunque de una manera superficial), que es el desencadenante para que los protagonistas se puedan ver de nuevo las caras, después del transcurso de tanto tiempo.
Con respecto al reparto, como siempre, un impecable Robert Redford y Morgan Freeman; que a pesar de ser papeles simplones de su carrera, llegan a transmitir simpatía y afecto a sus personajes. Y demuestran una madurez interpretativa que se ha perfilado a lo largo de su carrera; y que aunque la película carezca de algunas lagunas o falta de vida al guión, con su presencia en escena, hacen la película más liviana.
Sin embargo con Jennifer López no me causa esa misma sensación, ya que me parece una actriz fría (interpretativamente hablando), y en ninguna de sus películas me llega a trnasmitir ningún tipo de sentimiento; porque tiene la misma expresión cuando tiene que llorar o cuando tiene que reír.
Es una película perfecta para ver con la familia o en la sobremesa, porque aunque no impacte mucho el guión, visualmente los paisajes si. Aunque solo sea para distraerse un poco, es la idónea para ver (aunque para películas dramáticas las hay mejores).
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