Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

miércoles, 6 de mayo de 2020

Ángeles sin paraíso (1963)



  • Título original: A child is waiting
  • Año: 1963
  • Género: Drama
  • Dirección: John Cassavetes
  • Intérpretes: Burt Lancaster, Judy Garland, Steven Hill, Bruce Ritchey, Lawrence Tierney, Gena Rowlands, Paul Stewart.
  • Guión: Abby Mann
  • Música: Ernest Gold
  • Fotografía: Joseph LaShelle
  • Productora: United Artists


SINOPSIS

Jean Hansen (Judy Garland) entra a trabajar como profesora en un colegio infantil para deficientes mentales. Allí conoce a Reuben, un niño que lleva años en la institución y que no recibe visitas de sus padres. Jean le colmará de cariño y atención a pesar de la negativa del director del centro (Burt Lancaster) que ve esta actitud contraproducente.


CRITICA

Siempre me ha parecido asombrosa la facilidad que se tiene en la industria del celuloide para recordar los grandes éxitos y también para recordar los grandes fracasos. Pero, como muchas veces películas humildes o con historias muy interesantes son desconocidas para el público y no se destacan en la filmografía de los actores o de los directores. Este es el caso de Ángeles sin paraiso, la cual supuso la continuación del estrellato del director John Cassavetes, como de Burt Lancaster, así como la penúltima película que realizase la ex niña prodigio, Judy Garland, antes de su muerte. Por esto y mucho más, merece que el público la conozca y descubra un pequeño diamante en bruto.

Cuando empecé a verla, para nada me imaginaba de que iba la historia y, ni mucho menos, los pequeños protagonistas que contaban con solo su presencia en la película, su vida en una institución de estas características. Pero, lo que pude observar a medida que iban transcurriendo los minutos es que en ningún momento trata a los niños que padecen diversas deficiencias mentales como personas a las que hay que compadecer, sino como futuras personas que de alguna forma pueden encontrar perfectamente su hueco en el mundo y poder llevar una vida lo más normal posible dentro de sus limitaciones que, a veces no son tantas si las comparamos con visión que tenemos los "normales" ante gente que es igual que nosotros pero, que necesita un poco de ayuda.

Es curioso, como en el cine clásico determinados directores se atrevían a contar diversos temas sin tapujos pero sobre todo, con mucho respeto. Porque al final, el supuesto "malo" de esta historia, que sería el director de la institución, es que de muchas formas muestra el cariño y el respeto hacia sus alumnos además de una forma bastante tranquila y sosegada para que puedan ser algo en la vida, por muy pequeño que sea y que la gente les pueda valorar y respetar. Por otro lado, uno de los aspectos que también reflejan es como los padres reaccionan al tener un hijo con deficiencias mentales y como se avergüenzan de ellos por ser objeto de miradas por parte de los demás y, cómo muchas veces se les trata a ellos como si fuesen una carga y que irremediablemente te tienes que quedar con ellos. Porque, como bien dice el director de la institución en un momento de la película, el tener dinero, estudios o educación no te tiene que hacer ser más comprensible con ese niño, puesto que hay una mujer negra que siempre va con sus seis hijos a ver al que está en la institución y lo hace con un cariño y un amor inmenso al igual que el resto de sus hijos. Y el amor y el cuidado máximo no solo es con el dinero.

Otro de los elementos que nos permite reflexionar es la actitud de los padres de Reuben, que repiten una y otra vez que, como le quieren le tienen que dejar en el colegio y por eso no pueden verle. Pero yo pregunto: ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?, ¿acaso no es el abandono de un hijo una forma bastante cruel de no querer a un hijo?, ¿acaso se creen que por no verle el niño no les va a echar de menos? Todo lo contrario, Reuben es totalmente consciente del abandono y espera siempre impaciente para ver a sus padre. Pero, como es lógico nadie puede obligar a otra persona ha hacer algo que no desea hacer, aunque a veces suponga una obligación.

En ningún momento cuando estuve viendo esta película me dio la sensación de desesperanza para este tipo de personas sino todo lo contrario. Tienen derecho a vivir, a sentir, a amar y a que de vez en cuando les regalen alguna que otra sonrisa puesto que nadie es inmune a los sentimientos y que por mucho que el ser humano lo quiera negar, todos (y repito: todos) tenemos hueco en este mundo y, por supuesto, todos somos normales.


Calificación personal: 9


No hay comentarios: