Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

sábado, 30 de marzo de 2019

La noche de la iguana (1964)




  • Título original: The night of the iguana
  • Año: 1964
  • Género: Drama
  • Dirección: John Huston
  • Intérpretes: Richard Burton, Ava Gardner, Deborah Kerr, Sue Lyon, Cyril Delevanti, Gladys Hill, Grayson Hall
  • Guión: Anthony Veiller, John Huston
  • Música: Benjamin Frankel
  • Fotografía: Gabriel Figueroa
  • Montaje: Ralph Kemplen
  • Vestuario: Dorothy Jeakins
  • Productora: Metro Goldwyn Mayer


SINOPSIS

Un sacerdote anglicano retirado y alcohólico (Richard Burton) trabaja como guía turístico de mujeres profesoras de edad avanzada. En el camino, será seducido por una joven (Sue Lyon) que se encuentra en este grupo. Al borde de una crisis nerviosa decide refugiarse en el hotel de su amiga Maxine (Ava Gardner) en Puerto Vallarta. Allí conocerá a una mujer algo anticuada (Deborah Kerr). Estas tres mujeres marcarán su vida.


CRITICA

Hay que tener claro desde el principio que cuando se trata de una adaptación del gran dramaturgo Tennessee Williams, la crudeza, la polémica, la desnudez del alma humana aparecen sin ningún tipo de tapujos y permite ahondar bastante en la intrahistoria que se esconde detrás de la historia principal. Además de que el gran escritor, en todas sus obras, siempre plasma parte de su vida y de sus vivencias.

Desde el principio de la película se ve claramente el tormento que le persigue al pastor y cuyo delirios y adicción al alcohol le hacen perder el rumbo de su vida y caer en una espiral de autodestrucción porque lo que le daba fuerzas y sostén en su vida, es decir transmitir la fe y la palabra de Dios, no le permite recuperar su yo anterior. A esto se une los recuerdos de su pasado con una joven que es demasiado precoz sexualmente y que lo que busca es llamar la atención aunque sea a costa de que acusen a un hombre de estupro. Por otro lado la segunda mujer es una antigua amiga que acaba de perder a su marido y que su propia falta amor le hace ser promiscua. La tercera mujer le hace poner los pies en el suelo y ver que la vida es más allá que ver las fatalidades de la vida. En definitiva, estas tres mujeres representan tres momentos concretos de su historia: la joven adolescente que le permite renacer en lo que se refiere a una relación carnal, su antigua amiga que es el amor perdido y la inquilina que le hace ver la realidad del momento de su vida y como los momentos son efímeros.

La verdad es que la película tiene mucha miga que deshacer, empezando por el escritor cuya vida fue bastante tormentosa y muy dolorosa. Se puede decir que el personaje de Richard Burton es el alter ego del dramaturgo ya que había dos mujeres en su vida a las que amaba profundamente: a su madre a la que amaba y odiaba a la vez y a su hermana a la que la sometieron a una lobotomía y quedó como un vegetal y eso le afectó directamente y le impulsó directamente a la bebida.


Todos los tormentos que el escritor sufría y todas sus vivencias a nivel personal, se reflejaba directamente en sus obras y de esa forma era capaz de mostrar sus sentimientos y su homosexualidad reprimida que a veces aparecían en los personajes, como es el caso de la mujer que cuida de la joven que manifiesta su condición sexual evitando que se acerque al reverendo.

En definitiva, el gran Tennessee Williams permitió que quedasen películas clásicas que permitían a los actores mostrar su enorme potencial interpretativo y sacar lo mejor de si mismos. Obviamente, el título de La noche de la iguana hace referencia a lo que hacían los mexicanos con el reptil y los planos de una de ellas raptadas para luego ser comida. Y que al final, nuestro pasado pesa más y no nos permite avanzar como personas y nos limita emocionalmente. Una película que no deja indiferente a nadie.



Calificación personal: 8



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