Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

miércoles, 10 de junio de 2020

Breve encuentro (1945)



  • Título original: Brief encounter
  • Año: 1945
  • Género: Drama
  • Dirección: David Lean
  • Intérpretes: Celia Johnson, Trevor Howard, Stanley Holloway, Joyce Careym Cyril Raymond, Everly Gregg, Margaret Barton, Marjorie Mars
  • Guión: David Lean, Nöel Coward, Ronald Neame, Anthony Havelock-Allan
  • Música: Serguéi Rajmáninov
  • Fotografía: Robert Krasker
  • Montaje: Jack Harris
  • Distribución: Eagle Lion-Films


SINOPSIS

Laura Jesson (Celia Johnson) una ama de casa y Alec Harvey (Trevor Howard), un médico, se encuentran todos los jueves en la estación de tren. El mismo día de la semana quedan para comer y pasar la tarde hasta que empiezan a sentir algo el uno por el otro pero, el echo de que ambos están casados.

CRITICA

Cuando siempre se habla sobre el amor romántico lo que realmente viene a la mente del espectador es esa relación idílica amorosa cuando dos personas se conocen y ven que están echas la una para la otra y hacen esas declaraciones de amor tan sentidas. Pero, el verdadero concepto de amor romántico no es el que se nos vende (en su gran mayoría) en las películas sino, el que proviene de los escritores de mediados del siglo XIX, cuando describían la imposibilidad de poder estar juntos debido a circunstancias realmente complicadas; que es en parte un reflejo en esta historia.

A priori nos presentan a dos personajes sencillos que siguen su rutina sencilla y feliz, es decir, que no les desagrada porque les permite tener tiempo para ellos a pesar de tener que hacer sus correspondientes quehaceres diarios y, dentro de esa rutina por un pequeño grano de arena se cruzan sus caminos y deciden pasar ese día de la semana juntos para no pasarlo solos y como es lógico, sin ninguna mala intención. Pero, como es normal, los sentimientos empiezan a aflorar y eso es algo que no se puede controlar y ellos mismos se dan cuenta.

Cuando comienzan a aflorar estos sentimientos, la primera idea que se le puede venir a uno a la cabeza es que ambos están siendo infieles a sus respectivos cónyuges pero en realidad no lo son, puesto que solo pasan el rato juntos sin que la situación vaya a más e intentando aprovechar ese día a la semana en el cual pueden estar juntos. Pero, como suele ocurrir en estas circunstancias, el corazón va por un lado y la mente va por el otro. Es decir, ellos no pueden controlar lo que sienten mutuamente pero en su mente se van asomando dudas de que si están siendo infieles y que a lo mejor han podido vivir en una felicidad falsa marital y al haber descubierto la "felicidad verdadera" no van a poder retomar sus vidas que ahora les resultarán anodinas. Realmente, si nos paramos a pensar un poco, muchas veces la felicidad no consiste en tener todo aquello que uno quiere o lo que muchas veces la propia sociedad te tenga que imponer, sino pequeñas cosas, acontecimientos o personas que te llenen en tu vida y que cuando vaya pasando el tiempo uno no se termine de dar cuenta de que realmente no ha visto cumplido sus sueños o sus deseos porque se ha estado más pendiente de cumplir lo de los demás.

Desde mi punto de vista, era una película totalmente desconocida pero que a medida que iban pasando los minutos del metraje no quería que terminase solo porque de alguna forma deseaba un final feliz. Pero, ese final feliz en relación a esa felicidad o a esos cachitos de felicidad que de vez en cuando todo ser humano anhela y que no encuentra y que se conforma muchas veces porque tiene miedo; miedo a perseguir sus sueños o simplemente miedo a poder ser feliz.


Calificación personal: 8.3



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