- Título original: The boys from Brazil
- Año: 1978
- Género:Drama
- Dirección: Franklin J. Schaffner
- Intérpretes: Gregory Peck, Laurence Olivier, James Mason, Lilli Palmer, Uta Hagen, Steve Guttenberg, Bruno Ganz, Rosemary Harris, Michael Gough.
- Guión: Heywood Gould
- Música: Jerry Goldsmith
- Sonido: Derek Ball
- Fotografía: Henri Decaë
- Montaje: Robert Swink
- Vestuario: Anthony Mendlenson
SINOPSIS
El doctor Josef Mengele (Gregory Peck), conocido miembro del partido nazi alemán, se refugia en Brasil y, con la colaboración de unos jóvenes afines al partido decide continuar con sus aberrantes experimentos. Mientras, Ezra Liebermann (Laurence Olvier) le sigue los pasos para descubrir el plan de Mengele.
CRITICA
Este tipo de películas son buenas a la vez que perturbadoras, no solo porque trata temas un tanto espinosos sino también, porque en cierto modo es una película (eso sí, basada en una novela) atemporal donde se demuestra que el plan del ser humano por llegar a ser Dios, es una idea que no termina nunca.
Por otro lado muestra lo que se lleva intentando desde hace mucho tiempo: la clonación de los seres humanos. Pero claro, ahí entra un dilema moral y religioso: si el hombre tiene alma, cada alma por lo tanto es única por lo que es imposible que se pueda crear un ser humano idéntico; y por otro el lado moral ya que lo que se pretende es crear una persona no sólo con las mismas características físicas sino también las psíquicas, por lo que se podría volver a tener a una persona malvada de nuevo.
En ciertos momentos, la película decae en su ritmo por las excesivas explicaciones que se realizan sobre la clonación (aunque no está de más conocer un poco el proceso) así como ciertos planos inverosímiles donde los efectos especiales son poco creíbles así como la pelea entre los dos actores más veteranos. Desde el principio se ve como el personaje de Mengele y Liebermann parecen tener e control de la situación e ir por delante uno del otro, pero siempre consiguen de alguna forma cada uno se va adelantando a los pasos del otro.
El objetivo es mantener la raza aria por encima de todo y que un plan que podría ser factible con los avances científicos en lo relacionado a la clonación sino por el aire de ciencia ficción que se desarrollan a lo largo de toda la atmósfera en la película. Hay que destacar que los dos actores veteranos, Gregory Peck y Laurence Olivier, mantienen un pulso donde el punto de locura y cordura mantienen ese pulso. Es una película de cine clásico que es imprescindible por el simple hecho de poder reflexionar cuando el ser humano no se respeta entre ellos mismos y cuando se pretende jugar a ser Dios. Y que el poder y la ciencia puede ser un arma de doble filo.
Calificación personal: 7
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