Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

jueves, 27 de febrero de 2020

La quimera del oro (1925)



  • Título original: The gold rush
  • Año: 1925
  • Género: Comedia
  • Dirección: Charles Chaplin
  • Intérpretes: Charles Chaplin, Mack Swain, Tom Murray, Malcom Waite, Georgia Hale, Henry Bergman.
  • Guión: Charles Chaplin
  • Música: Charles Chaplin
  • Fotografía: Roland Totheroh
  • Montaje: Charles Chaplin
  • Productora: Charles Chaplin Productions


SINOPSIS

Un solitario buscador llega a Alaska con el fin de encontrar oro y así poder hacerse rico. Una fuerte tormenta le hará refugiarse en la cabaña de un bandido a la espera de su final hasta que consigue llegar a la ciudad y de ahí volver a empezar de cero.


CRITICA

Aunque sigan pasando los años, ver una película de Charles Chaplin es sinónimo de entretenimiento, de buena dosis de risas con grandes momentos cómicos y también, con sus pequeños toques dramáticos para no olvidar la época en la que vivía uno de los mejores cineastas de todos los tiempos. Esta obra suya se recuerda sobre todo por momentos puntuales de la trama que hace que el espectador sienta una empatía por el personaje de Charlot, así como el sin fin de infortunios que le van sucediendo a nuestro protagonista para que pueda conseguir su ansiado oro.

En ese duro camino que le supone al protagonista, se va buscando la vida camelándose a todo el que encuentra con su ingeniosidad y su carisma como es el caso de la famosa escena de cocer su bota y comérsela pero, a la vez es la crítica de lo que sucedía no solo en Estados Unidos sino en muchos países del resto del mundo, donde la opulencia solo estaba para el alcance de unos poco y a veces los que casi no tenían que comer (incluso en situaciones más desesperadas) se llevaban a la boca cualquier cosa que les pudiera saciar su hambre.

Desde mi punto de vista, cada película de este genial cómico es un sello único e indescriptible puesto que nos permite recordar todas y cada unos de sus filmes por momentos emotivos. Uno de ellos es el baile con los panecillos que hace que el espectador se olvide del resto del fotograma y fije únicamente su mirada en esas "dos patitas crujientes".

Es curioso ver como más tarde, en concreto en el año 1942, Chaplin volvería a relanzar la película con una voz en off que narrase la historia y los diálogos, comentada por el propio director. Y más adelante, comentó que si quería que le recordasen por una película que fuese por esta. Pero un gran maestro del cine donde puso cuerpo, alma, espíritu y su don excepcional siempre será recordado por todas sus grandes películas.


Calificación personal: 9


No hay comentarios: