- Título original: The shape of water
- Año: 2018
- Género: Fantasía, ciencia ficción
- Dirección: Guillermo del Toro
- Intérpretes: Sally Hawkins, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Shannon, Doug Jones, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith.
- Música: AlexandRe Desplat
- Guión: Guillermo del Toro y Vanessa Taylor
- Fotografía: Dan Laustsen
- Montaje: Sidney Wolinsky
- Productora: TSG Entertainment, Double Dare You Productions
SINOPSIS
La vida de la solitaria Elisa (Sally Hawkins) que trabaja en un laboratorio estadounidense durante la Guerra Fría como limpiadora, cambia radicalmente cuando descubre un experimento clasificado como secreto: un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra recluido.
CRITICA
El género de la ciencia ficción suele estar bastante denostado, sobre todo por la complejidad que a veces conlleva el crear una historia sin producir grandes incongruencias narrativas. Pero si bien es cierto, que a veces con crear una pequeña trama que no sea demasiado rebuscada, da un soplo de aire fresco a este género.
A través de esta película no solo se pretender contar una historia de amor imposible entre dos seres físicamente diferentes, sino pequeños valores morales que se transmiten incluso a partir del comportamiento de los diferentes personajes. Por ejemplo, muchas veces la ambición o el ansia de poder puede cegarle a uno para mirar hacia el futuro o, no olvidarse que vivimos en un entorno con más seres humanos y no hace falta pisotearles. También refleja cierto valores como es el caso de personas marginadas por cualquier causa, cómo son las que al final tienen un corazón más generoso y más bondadoso.
De una forma más metafórica, la ubicación espacio temporal, es decir en un laboratorio en plena Guerra Fría, refleja aún más la falta de sensibilidad humana en un mundo interesado más en destruir al enemigo que en ayudar al prójimo. Así como el descubrimiento de algo nuevo (en este caso la criatura marina) que refleja el afán de posesión y de egoísmo a la hora no sólo de ayudar a tu propio país, sino también a la persona que tenemos al lado.
Toda esta maraña de sentimientos reflejados a través de esta alegoría fantástica, hace a La forma del agua una película delicada a la par que exquisita en su visionado, acompañada también por una excelente banda sonora del gran maestro Alexandre Desplat. Ahora sí, he de decir que esa retahíla de premios que se ha ido llevando no son bastante justos, puesto que la historia a pesar de ser bonita, no tiene una profundidad sobrecogedora que la haga merecedora de la mejor película del año. Si bien es cierto, que no sólo la estética es arriesgada, sino lo es también el género al que se lleva dicha estética.
Si es cierto, que desde mi punto de vista es la mejor película que ha escrito y dirijido Guillermo del Toro hasta la fecha y con su sello siempre inconfundible, pero había mejores películas y guiones este años en las diferentes entregas de premios (no por esto la desmerezco).
En definitiva, para pasar un rato entretenido, agradable y donde la imaginación del espectador fluye como un río, creo que esta película presenta todos los requisitos de una tarde entretenimiento, porque al fin al cabo el cine está para entretener.
Calificación personal: 7
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