- Título original: Glengarry Glen Ross
- Año: 1992
- Género: Drama
- Dirección: James Foley
- Intérpretes: Al Pacino, Jack Lemmon, Ed Harris, Alan Arkin, Kevin Spacey, Jonathan Pryce, Alec Baldwin.
- Guión: David Mamet
- Música: James Newton Howard
- Fotografía: Juan Luis Anchía
- Montaje: Howard E. Smith
- Productora: New Line Cinema
SINOPSIS
Varios agentes inmobiliarios de Chicago intentan sobrevivir en un mundo altamente competitivo y que está en plena depresión. A pesar de la situación, algunos reaccionarán sin ningún tipo de escrúpulos, mientras que otros lo harán con una solidaridad admirable.
CRITICA
En primer lugar, comentar que he clasificado la película en el apartado de "Libros" del blog, aunque realmente es una adaptación del propio David Mamet sobre su obra de teatro. Pero, centrándonos en el tema que nos ocupa, es una película que por mucho que pase el tiempo tiene importancia y relevancia no solo por la especulación inmobiliaria, sino por las técnicas que se emplean por parte de los diferentes empresarios o jefes por tener más prestigio que por crear un buen ambiente de trabajo y que a la vez éstos puedan rendir sin ningún tipo de presión o amenaza.
Independientemente de su hora y media de duración, desde el principio mantiene al espectador pegado a la pantalla, no sólo para ver a un gran plantel de actores, sino para ver una situación donde te muestra que en cualquier tipo de trabajo se intenta sobrevivir en lugar de disfrutar del mismo y poder aprender cosas que te permitan desarrollarte como persona en tu entorno laboral.
Lo más curioso es que para "motivar" a los empleados mandan a alguien cercano a los jefes que utiliza una frase bastante demoledora: "No les deseo buena suerte, porque ustedes no sabrían que hacer con ella", demostrando una vez más que el ser jefe da derecho a tratar mal a los subalternos. Pero realmente esta persona lo que hace es amenazar con que no van a tener que comer (puesto que solo cobran si venden terrenos o casas) y si no alcanzan los objetivos les echarán a la calle sin ningún tipo de miramientos, lo que genera odio no solo entre los propios trabajadores, sino también con su propia conciencia porque estafan a la gente con terrenos que no son nada productivos.
Por otro lado, se puede observar como los jefes o jefazos están en el puesto en el que se encuentran (en cierto modo por su talento) y con esos sueldo de varias cifras, con una reputación intachable y con todo tipo de lujos porque los de abajo se desloman vendiendo y así consiguen una gran comisión. También de una forma bastante implacable se desmitifica el concepto del sueño americano: mostrando una de las caras más crudas del capitalismo salvaje.
Otra visión puede verse desde el lado de los empleados, que no desean que les echen ni tampoco tener que ir con artimañas a gente de una clase media tirando a baja, para venderles terrenos y/o parcelas; de esa forma a los "futuros clientes" se les va haciendo la boca agua con esas soñadas hectáreas en las que poder invertir y así poder tener un futuro asegurado.
De todos los vendedores se muestra cual es su carácter frente a la situación moral: ser honestos consigo mismos y no estafar a la gente o sobrevivir a toda costa si ello implica tener que robarle a tu propia empresa y no tener que trabajar para tiranos. Aunque uno de ellos solo piensa en sí mismo y vender más que nadie, mientras que los otros tres se plantean un futuro más allá de unas ventas mediocres. En definitiva, quieren conseguir el éxito sin importar los valores y el compañerismo.
El reparto está inconmensurable, sobre todo por la presencia de Jack Lemmon que les come el terreno al resto, en una de sus últimas actuaciones. Ed Harris y Alan Arkin se hacen la réplica mutua como si uno fuera el decidido y el otro corrobora todo lo que dice. Y Al Pacino, cuya interpretación (desde mi punto de vista) es demasiado forzada y se ve también como tiene el ego un poco subido.
Es una película electrizante de principio a fin, que muestra las arenas movedizas en las que se suele mover toda empresa: saltarse la leyes si con ello consiguen más clientes o incluso pueden humillar a sus trabajadores; siendo su único objetivo la venta y las ganancias.
Calificación personal: 8
No hay comentarios:
Publicar un comentario