Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

domingo, 25 de octubre de 2020

Un lugar en el sol (1951)

 



  • Título original: A place in the sun
  • Año: 1951
  • Género: Drama
  • Dirección: George Stevens
  • Intérpretes: Elizabeth Taylor, Montgomery Clift, Shelley Winters, Anne Revere, Keefe Brasselle, Fred Clark, Raymond Burr, Herbert Heyes, Shepperd Strudwick, Frieda Inescort.
  • Guión: Michael Wilson, Harry Brown
  • Música: Franz Waxman
  • Fotografía: William C. Mellor
  • Montaje: William Hornbeck
  • Vestuario: Edith Head
  • Productora: Paramount Pictures


SINOPSIS

George Eastman (Montgomery Clift) es un joven sin recursos que consigue un empleo en una fábrica gracias a un pariente lejano adinerado. Ante la imposibilidad de poder entrar en los círculos de la alta sociedad, George empieza a salir con una chica de la fábrica, Alice (Shelley Winters) hasta que conoce a la aristócrata Ángela Vickers (Elizabeth Taylor). Por lo que George tendrá que afrontar un dilema moral.


CRITICA

Siempre me fascina cuando sigo teniendo la oportunidad de que caigan en mis manos películas del cine clásico y poder disfrutarlas y poder transportarme a esa época dorada del cine y disfrutar. Aparte de mostrar (una vez más) mi pasión por el séptimo arte, esta historia va mucho más allá de un hombre que se enamora de dos mujeres sino de la ambición de poder que no se manifiesta de una forma tan clara como en otros personajes sino más bien que subyace en los deseos más profundos del personaje.

Desde el principio se nos plantea a un joven humilde que gracias a un pariente multimillonario consigue trabajo en una de sus fábricas y no le importa empezar desde abajo. Lo que demuestra que por tener parentesco no te da derecho a ocupar siempre un alto cargo en una compañía. El joven parece sentirse cómodo con su situación (a pesar de no ser muy holgada) y ver que de alguna forma ha conseguido prosperar en su vida, cosa que no había conseguido con sus padres. Y empieza a salir con una compañera de su empresa, aunque según las normas de la misma eso queda terminantemente prohibido.

De momento parece que todo va bien en la vida del joven George hasta que su tío le hace partícipe de su primera fiesta y ahí conoce a Ángela, la cual pone su mundo del revés. En este caso, se nos quiere dar la visión al espectador de que es la mujer la que interfiere en la vida tranquila del joven pero, realmente se descubren poco a poco cuales eran las intenciones de Charles, sobre todo a raíz de una breve (pero eficaz) conversación telefónica con su madre, la cual parece ser el elemento perturbador en la vida del joven y que el lo ha sabido llevar muy bien en secreto.


A medida que se van desarrollando los acontecimientos y se observa que la vida de Charles ha mejorado notablemente, no le importa nada del pasado ni de lo que fue. Este echo da que pensar porque, si bien es cierto que el pasado hay que dejarlo atrás, a veces nos ayuda a recordar quienes somos o quienes hemos sido para no tener que perder el rumbo de nuestra vida. Y, eso es lo que Charles no termina de ver ni de hacer, que sigue viviendo una doble vida sin enfrentarse a las consecuencias ni a sus responsabilidades. Porque cuando uno consigue poder, riqueza, fama, reconocimiento o todas aquellas cosas materiales que no poseía antes, el resto de personas que no forman parte de su círculo no existen porque no están a su altura. Pero, siempre la sombra de tu pasado te persigue sobre todo si todo lo que uno hace son contraproducentes para los demás y cuando el egoísmo es el centro de la vida de uno.

Todos estos aspectos que he ido mencionando a lo largo de la crítica me llamaron la atención sobre todo por el inmutismo (gran interpretación de Montgomery Clift) para guardar las apariencias e intentar ser aceptado en la aristocracia. Sin ir más lejos, todos alguna vez en nuestra vida de alguna u otra forma nos hemos querido sentir integrados y a lo mejor hemos hecho cosas que no queríamos hacer solo para sentirnos aceptados. Así actúa a veces el ser humano, por desgracia.

Como planteamiento final, comentar que al personaje se le presentan dilemas morales (aunque desde mi punto de vista, yo no los llamaría así) y no sabe cual es la dirección a tomar aunque en el fondo de su ser, realmente si lo sabe porque el conformismo siempre estará por encima de la verdad. Que la disfruten.


Calificación personal: 8.5

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