- Dirección: Pedro Almodóvar
- Año: 2019
- Género: Drama
- Intérpretes: Antonio Banderas, Asier Etxeandía, Nora Navas, Penélope Cruz, Leonardo Sbaraglia, Pedro Casablanc, Julieta Serrano, Asier Flores, César Vicente.
- Guión: Pedro Almodóvar
- Música: Alberto Iglesias
- Fotografía: José Luis Alcaine
- Montaje: Teresa Font
- Productora: El Deseo
SINOPSIS
Salvador Mallo (Antonio Banderas) es un director de cine que ha decidido recluirse debido a la aparición de diferentes enfermedades. Tras invitarle a un coloquio de su primera película, empieza a evocar recuerdos de su infancia, de su madre y de su tierra natal.
CRITICA
Cuando una persona decide contar su vida de alguna forma, abre su alma y corazón para mostrar lo que ha sido y lo que. En el cine, han sido muchos los directores y directoras que han contado su infancia y su adolescencia a través de las películas, retratando de una forma lo más fidedigna posible esas etapas de su vida; mostrando así su parte más intimista de su filmografía.
En el caso del director manchego, tiene acostumbrado al espectador a mostrar episodios de su vida o recuerdos que el vivió pero, con esta película, relata lo que para el supuso el cine, sus raíces y su madre. He de reconocer que no es la película que más me gusta de él, bien sea por ese ritmo lento y pausado o bien, porque no son las propias palabras las que expresan la profundidad de la historia. Más bien lo hacen las imágenes y los planos del momento presente (y del pasado) los que evocan esa esencia del cineasta.
A través de los diferentes planos y de las dolencias por las que va pasando el protagonista, nos permite recorrer la vida de un director aquejado por los problemas físicos, decide recluirse no solo en su casa, sino también en sus recuerdos y conocer (de alguna forma) lo que supuso para el vivir en la España profunda (la del auténtico pueblo) y ver a la madre, como una figura fundamental en la construcción de su vida; que por otra parte es lo que le hace volver a retomar su profesión e intentar resurgir por encima de sus dolores.
De alguna forma, es una confesión sincera y valiente de uno de nuestros directores más importantes que nunca negó sus raíces y que siempre ha sabido mostrar con mucho respeto el papel de la mujer madre en una España donde el analfabetismo era muy alto y la probabilidad de tener unos estudios era muy remota. Pero, es en cierto modo, lo que quiere reflejar: que no nos debemos avergonzar de nuestros orígenes y que la madre es siempre la que nos acompaña en todos los procesos de la vida.
A través de los diferentes personajes (sobre todo el interpretado por Asier Etxeandia y Penélope Cruz) muestran el pasado, el presente y el posible futuro de Salvador para reconciliarse con su historia, con su pasado y consigo mismo; ya que no hay mejor historia que contar que la redención de uno mismo, puesto que uno se puede equivocar y volver a empezar. Porque al fin y al cabo, parte de nuestra vida es dolor y gloria.
Calificación personal: 7.5
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