Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

domingo, 1 de noviembre de 2020

La senda de los elefantes (1954)

 



  • Título original: Elephant Walk
  • Año: 1954
  • Género: Drama
  • Dirección: William Dieterle
  • Intérpretes: Elizabeth Taylor, Dana Andrews, Peter Finch, Abraham Sofoaer, Noel Drayton, Abner Biberman, Barry Bernard, Philip Tonge, Leo Birtt.
  • Guión: John Lee Mahin
  • Música: Franz Waxman
  • Fotografía: Loyal Griggs
  • Montaje: George Tomasini
  • Vestuario: Edith Head
  • Productora: Paramount Pictures


SINOPSIS

Ruth (Elizabeth Taylor) se casa con John Wiley (Peter Finch) un rico propietario de una plantación de té en Ceylán. Tras su viaje de novios se trasladan a vivir a dicha ciudad donde el marido de Ruth tiene su casa y la plantación. Con el paso de los días, Ruth descubre que su marido y sus amigos tienen unas costumbres extrañas y adulan al padre fallecido de John, el cual construyó la casa sobre la senda que permitía a los elefantes ir al pantano a beber agua.


CRITICA

Creo que en más de una ocasión he mostrado mi admiración por el cine clásico y el descubrimiento de películas totalmente desconocidas para mi pero, al igual que en la actualidad no siempre (por no decir casi nunca) las películas son de una calidad exquisita, antiguamente pasaba algo parecido. Es decir, que no siempre todas las historias atrapan al momento.

Desde mi punto de vista, creo que esta crítica se va a quedar un poco corta por el simple echo de que no hay una gran historia detrás pero, si tengo algunos elementos destacables con los que poder escribirlas. Por un lado está las dos caras que muestra el marido y que su mujer (Ruth) termina por descubrir al reconocer que cuando la estaba conociendo se comportaba de una manera muy amable pero, cuando establecieron su residencia en Ceylán el se transformaba en la figura de su padre, del cual el espectador tiene un pleno desconocimiento puesto que está muerto pero todos los personajes hablan de el como una magnífica persona pero solo a nivel empresarial y esa sombra del progenitor sigue planeando sobre la casa y es algo que Ruth no tolera puesto que está muerto.


La segunda cuestión es que esa imagen idealizada que tienen del antiguo dueño la verdad es que resulta un poco falsa puesto que su propia ambición le llevó a intervenir en el transcurso habitual que tenían los elefantes para ir a beber agua y por ende, crea una imagen negativa sobre estos animales y parece que van en contra de los humanos cuando son realmente estos últimos los que han invadido su espacio en lugar de haberse adaptado al entorno y haber convivido con ellos.

Estos dos son los aspectos que destacaría sobre la ambición de un hombre que se termina de expandir y que al final el ser humano es el animal que todo lo que toca lo acaba destruyendo. Por lo demás, intentan meter un poco con calzador una relación a tres bandas que no termina de cuajar y que realmente no llega a tener mucho sentido e intentar poner a la mujer como un ser débil que no sabe vivir sin el nombre. Y que en definitiva, el espectador se queda como al principio: igual que estaba.


Calificación personal: 5.7



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