- Dirección: Michael Curtiz
- Año: 1949
- Género: Drama
- Intérpretes: Joan Crawford, Zachary Scott, Sydney Greenstreet, Gladys George, David Brian, Virginia Huston, Fred Clark, Alice White
- Guión: Robert Wilder
- Música: Max Steiner
- Fotografía: Ted D. McCord
- Productora: Warner Bros. Pictures
SINOPSIS
Lane Bellamy (Joan Crawford) es una bailarina que actúa en la ciudad sureña de Boldon City y es llevada a la cárcel injustamente por el sheriff corrupto Titus Temple (Sydney Greenstreet). Para vengarse de él, Lane se casa con un hombre de negocios importante de la ciudad.
CRITICA
Siempre que han pasado por mis manos películas interpretadas por Joan Crawford, me ha picado el gusanillo de verlas por el "morbo" que en cierto modo despertaba esta actriz cuando actuaba y porque su carrera pasó por bastantes altibajos (eso no quiere decir que sus películas fueran malas) y porque creo, que no fue lo suficientemente valorada en la época dorada de Hollywood. Pero, como siempre me ando un poco por las ramas, por lo que retomaré lo que me atañe en cuanto al desarrollo de la película.
En cierto modo, se quiere hacer partícipe al espectador de tres posiciones sociales en la sociedad de aquella época, cómo de los caracteres de cada uno de los personajes. Por un lado está el personaje de Lane, que siempre ha ido de feria en feria y que cuando decide labrarse un futuro mejor (sin malas pretensiones), aparece el sheriff dispuesto a destruirla. Ahora enlazamos con el personaje del sheriff, que es la representación de la ley pero, que es un completo corrupto y que manipula a quien quiere y como quiere a su antojo con tal de que nada ni nadie se interponga en su camino y con tal de logar sus objetivos; que en este caso es el joven ayudante del sheriff (interpretado por Zachary Scott) que, queriendo labrarse un futuro lejos de la estela de su padre y siguiendo sus principios, se deja "querer" por el sheriff que le promete el "oro y el moro" para lograr sus objetivos; de lo que ha largo plazo está totalmente arrepentido.
Lo que viene a mostrar (por mucho tiempo que haya pasado) es como en la sociedad lo que se dice y lo que se piensa es una cosa y como se actúa de cara a la galería es otra, es decir, que por mucho que se diga de ayudar al ciudadano, cuando una persona tiene el poder en distintos ámbitos de la vida; al final va a pensar para si mismo y no para los demás y, da igual a quién se lleve por delante y como se lo lleve, porque lo que importa es conseguir la meta que tan desesperadamente se ansía.
La película me resultó interesante (como ya comenté al principio, me era completamente desconocida) por esa clara distinción de clases tan marcadas que aún sigue vigente hoy en día en la sociedad y que creo, que será algo que nunca desaparecerá. Porque el pobre seguirá siendo pobre, mientras que el rico seguirá siendo rico y se hará aún más rico.
Calificación personal: 8
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