- Título original: Jezebel
- Año: 1938
- Género: Drama
- Dirección: William Wyler
- Intérpretes: Bette Davis, Henry Fonda, George Brent, Margaret Lindsay, Donald Crisp, Fay Bainter, Richard Cromwell
- Guión: John Huston, Clements Ripley, Abem Finkel, Robert Buckner.
- Música: Max Steiner
- Fotografía: Ernest Haller
- Montaje: Warren Low
- Vestuario: Orry-Kelly
- Productora: Warner Bros. Pictures
SINOPSIS
Julie Marsden (Bette Davis) es una joven bella, impetuosa y temperamental que vive en Nueva Orleans a mediados del siglo XIX. Con su actitud siempre desafía a cualquiera incluso para llamar la atención de su prometido Preston (Henry Fonda). En un baile de debutantes donde todas las jóvenes solteras deben de vestir de blanco, Julie se presenta con un vestido rojo. A partir de ese momento, la vida de la joven cambiará pero ella, seguirá siendo la misma.
CRITICA
Yo creo, que es necesario que antes de comenzar con la crítica, el espectador ha podido preguntarse el porqué del título de la película, si la protagonista se llama Julie. Pues bien, el título hace referencia a una mujer que estuvo casada con un rey hebreo, que aparece en el Libro de los Reyes de la Biblia. Al parecer, la fama que se le atribuía a esta mujer era bastante lamentable, ya que consiguió manipular durante su reinado a su marido y a sus dos hijos; así como desafiar a los distintos profetas hebreos e imponer la idolatría en el pueblo judío en lugar de alabar a Dios. Obviamente, su destino no fue muy agradable que se diga: ya que la arrojaron por una ventana y murió al estrellarse con el suelo.
Con esta pequeña introducción, podemos relacionar (en cierto modo) el personaje bíblico con el de la joven Julie. El lector puede preguntarse: "¿por qué esa comparación?". La respuesta es muy sencilla, porque esta joven adinerada vive según sus apetencias y según la atención que desea acaparar sin pararse a reflexionar la ofensa que le puede causar a sus seres queridos más que a los extraños, así como jugar a dos bandas y con dos hombres.
Su objetivo es ser el centro de atención a toda costa, aunque eso conlleve a desafiar la estética, las normas y/o las tradiciones de su ciudad; además de pensar que una provocación a la alta sociedad de Nueva Orleans la va hacer más respetable y más libre. Pero al final, acabará destruyendo el aprecio que su círculo más cercano la tiene, así como el favor de su prometido que sufre sus constantes impertinencias y su temperamento de joven malcriada.
Cuando ella ve que su prometido se ha ido, ella se ve sumida en una tristeza y melancolía por haber perdido al único hombre que la amado de verdad. Pero cuando se entera de su regreso, la luz vuelve a brillar sobre su luz y pretende volver a encandilar a su ex prometido. Pero cuando el susodicho regresa con una sorpresa, la joven Julie no se anda con miramientos y vuelve a las andadas a su comportamiento infantil, dañino hacia los demás y egoísta, donde solo mira para sí misma y sus intenciones; lo que se podría definir de una forma más popular, es que todo el mundo le tiene que estar "bailando el agua". Ante estas situaciones, destaca el papel de la tía de la joven, que ve como ella misma está arruinando su vida (a pesar del dinero y la posición social) y además, hay una frase que dice la tía: "Solo veo a la Jezabel de la Biblia", estableciendo así la conexión entre ambas.
A pesar de todos los comentarios que le hace su tía y sus allegados, ella es consciente de que no está actuando de la forma más apropiada pero, en lugar de reconocer su error y de rectificar, se mantiene firme en su posición de mujer fría y manipuladora que al final, ella decide hacerse a un lado en lo que refiere a su entorno social.
La interpretación de la gran Bette Davis es memorable (por esta película ganaría su segundo y último Oscar como mejor actriz, aunque seguiría recibiendo nominaciones) y muestra su amplio registro en la gestualidad dependiendo del acontecimiento. También el gran Henry Fonda, que interpreta al joven Preston, como se mantiene impertérrito antes los desaires de su prometida. En definitiva, hacen una pareja con mucha química.
Desde mi punto de vista, aunque el guión no sea de mucha profundidad, si que es necesario observar la evolución del personaje de Julie así como las diferentes situaciones en las que se ve comprometida o que compromete a los demás y, además es un fiel reflejo del romanticismo en su versión más cruel. Merece la pena verla y de disfrutar de las interpretaciones de dos grandes actores.
Calificación personal: 8
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