Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

martes, 11 de diciembre de 2018

Días de vino y rosas (1962)



  • Título original: Days of wine and roses
  • Género: Drama
  • Año: 1962
  • Dirección: Blake Edwards
  • Intérpretes: Jack Lemmon, Lee Remick, Jack Klugman, Charles Bickford, Alan Hewitt, Jack Albertson, Tom Palmer.
  • Guión: J.P. Miller
  • Música: Henry Mancini
  • Montaje: Patrick McCormack
  • Fotografía: Philip H. Lathrop
  • Vestuario: Don Feld
  • Productora: Jalem Productions


SINOPSIS

Joe Clay (Jack Lemmon) conoce a su mujer Kirsten Arnesen (Lee Remick), una brillante secretaria de la que se enamora y, se acaban casando. Tienen una hija y parece que todo va bien. Pero Joe llega muchas veces a casa borracho o incluso se acaba emborrachando en su propia casa, arrastrando a su mujer consigo a un alcoholismo profundo.


CRITICA

Cuando comencé a ver esta película, la primera impresión que me dio fue que el objetivo de la misma era que a partir de ver a su mujer sufrir, el protagonista da un giro radical en su vida y decide dejar la bebida por su mujer y, la película acaba teniendo un final feliz. Pero, a medida que iban avanzando los minutos, el giro de guión que se produce, deja al espectador (o al menos a mí) atónito por como la situación no era como pensaba y, como el alcohol puede destruir a nuestro entorno más cercano.

Uno de los acontecimientos que más me han impactado, es como el matrimonio va evolucionando en su caída al alcohol y como la gran mayoría de las veces su felicidad depende en estar ebrios o, el pasar el rato como matrimonio depende también del mismo. Hasta cierto punto, no son "conscientes" de lo que la bebida está produciendo en sus vidas: despido del trabajo de él, atender a su hija estando borrachos, comprar cantidades ingentes de alcohol, pero; en definitiva se traduce en como ambos están arruinando sus vidas.

En un determinado momento de la película, vemos que el personaje de Joe es consciente de que tanto él como su mujer tienen un problema serio y deciden huir de él y dejar directamente de beber sin ayuda de nadie. Poniendo a veces en su problema la excusa de "por un poquito no pasa nada" o "bebemos solo una copa y paramos", pero es un autoengaño constante así mismos que les lleva incluso a ser internados en un sanatorio mental porque su adicción es tan fuerte, que no disciernen nada ni a nadie y sobre todo, porque suponen un problema para su hija y, cada vez van cayendo aún más en el pozo de la indigencia donde sus únicos acompañantes son las bebidas espirituosas.

Por otro lado, hay un momento en la película donde el personaje de Joe quiere redimirse y volver a ser como antes, es decir, que el alcohol no forme parte de sus vidas; y cuando se da cuenta de que sigue queriendo a su mujer sin estar ebrio; ella ve que estando sobria su vida es mucho más aburrida y ya no encuentra a su marido gracioso ni cariñoso. Inicialmente, el fue quien arrastró a ella hacia el alcohol y más adelante, las tornas se darán la vuelta.

Cuando ves que ambos personajes se "enfrentan" cara a cara sobrios, ambos se dan cuenta de lo que les produce el alcohol y que hay remedio para ello. Él, lucha por ser un marido y un padre mejor. Ella, siendo consciente de la mala vida que lleva no decide en ningún momento poner solución a su situación ni por el bien de su hija.

Creo que he podido hacer más de un spoiler sobre esta película, pero realmente ella habla por si sola a medida que la historia se va desarrollando y se ve una clara involución de los personajes, su comportamiento, su conciencia e incluso su propia vida. Pero, a pesar de destripar un poco la historia, merece totalmente la pena ver esta extraordinaria película en donde se pueden observar tanto las miserias como las alegrías de los personajes; así como las interpretaciones espectaculares tanto del Jack Lemmon (el cual siempre tuvo una gran facilidad para hacer drama y comedia) como de Lee Remick que hace una interpretación soberbia.

En definitiva, nunca debemos de poner las esperanzas en el alcohol ni en aquellas cosas que nos permitan evadirnos de nuestros problemas durante unas horas, puesto que no solo nuestra vida está en juego, sino también nuestra propia integridad. Es una película imprescindible que hará que el espectador no se olvide de ella.


Calificación personal: 9


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