El callejón de las almas perdidas (2021)

 

• Título original: Nightmare alley
• Año: 2021
• Género: Thriller psicológico
• Dirección: Guillermo del Toro
• Intérpretes: Bradley Cooper, Rooney Mara, Cate Blanchett, Toni Collette, Willem Dafoe, Richard Jenkins, Ron Perlman, David Strathaim, Mary Steenburgen.
• Guión: Guillermo del Toro, Kim Morgan
• Música: Alexandre Desplat
• Fotografía: Dan Laustsen
• Montaje: Cam McLauchlin
• Productora: TSG Entertainment, Double Dare You Productions

SINOPSIS

Año 1939, Stan Carlile (Bradley Cooper) es un vagabundo que, tras estar varios días sin tener un rumbo fijo, comienza a trabajar en un circo de freaks (gente rara). Tras conseguir salir de ese circo con los trucos de Pete (David Strathaim) con Molly (Rooney Mara), comienzan a embaucar a la gente. Hasta que se le cruza en su camino con la psiquiatra Lilith (Cate Blanchett), con la que comienza una red de estafas.

CRITICA

A pesar de que la academia de Hollywood ha reconocido en algunos premios (incluyendo mejor película), ha pasado desapercibida tanto para el público estadounidense como para el resto. Sobre todo, no cayó en gracia porque no es el estilo propio del director mexicano Guillermo del Toro, ya que en su extensa filmografía, introduce bastante elementos de fantasía y criaturas un tanto de criaturas extrañas, esta historia se sale de su tónica habitual. Desde mi punto de vista, algo parecido le pasó a Martin Scorsese con la película Silencio (ver crítica en este blog), es de lo mejor que ha hecho el mexicano, independientemente de que nos deje un mal sabor de boca. Después de esta introducción, vamos a entrar en materia.

Desde el comienzo se le muestra al espectador la vida de un feriante pero sobre todo, de feriantes que no crean ilusión en los viandantes, sino que les están estafando, a la vez que están jugando con sus emociones y sentimientos profundos. Y en estos elementos, son en los que se fija Stan para poder llevar a cabo su estafa pero a un nivel más alto y si además con ello, su remuneración económica es bastante suculenta para así, poder quitarse el lastre de haber sido un pobre.

A pesar de que el eje de la historia es el personaje de Stan tiene una maldad oculta, pero esta también está patente en el resto de los circenses que justifican su crueldad para con su trabajo. Para más tarde, esa crueldad se traslada al mundo de la gente pudiente, los cuáles se creen inmunes con tener una cantidad ingente de dinero y buscan a la desesperada que se les solucione y se les alivie esa angustia vital que no consiguen eliminar de su vida. Ante este tipo nuevo de público, se cruza en su camino una psiquiatra que descubre el secreto de Stan y con el que establece una relación de seducción y de manipulación para que ambos puedan sacar un beneficio de su relación un tanto tóxica. Lo que al final produce un desenlace desagradable (más todo lo que lleva consigo desde el principio), refleja claramente como la avaricia, la ambición desmedida y, pagar tus desdichas con gente que no se lo merece.

Como he comentado al principio de la crítica, la película no ha tenido una gran acogida a pesar de que tiene un reparto estelar y, que entre ellos se muestra una gran química. Además de recordar la atmósfera del cine noir y que su esencia se parece también a la película de Shutter Island (ver crítica en este blog). A mi no me ha disgustado pero, aviso al espectador, que hay que tener un poco de estómago para digerirla, por todo lo que representa.

Calificación personal: 8