- Título original: Le Dîner de cons
- Año: 1998
- Dirección: Francis Veber
- Intérpretes: Thierry Lhermitte, Jacques Villeret, Francis Huster, Daniel Prévost, Alexandra Vandernoot, Catherine Frot.
- Guión: Francis Veber
- Música: Vladimir Cosma
- Fotografía: Luciano Tovoli
- Productora: Gaumont Film Company
SINOPSIS
Pierre Brochant (Thierry Lhermitte) organiza con sus amigos una cena todos los miércoles a la cual tienen que llevar al mayor idiota que encuentre y el que invite al idiota más extraordinario gana. Brochant ha encontrado a un auténtico idiota, Françoise Pignon (Jacque Villeret). Lo que Brochant no sabe es que Pignon es un gafe para los desastres.
CRITICA
Las películas del género cómico francesas, tienden en su gran mayoría en hacer pasar un rato agradable al espectador, a la vez que hacen una crítica bastante contundente en lo que se refiere a determinados estereotipos sociales o clasismos a los que muchas veces el ser humano tiende por razones incomprensibles. Es lo que ocurre con esta película, ya que gente adinerada que ha logrado todo tipo de éxitos profesionales se cree que tiene el poder y la autoridad para humillar a los demás solo por tener un nivel económico superior; cuando realmente ni el dinero ni la fama le hacen a uno ser más educado.
Lo que realmente quiero decir es que muestran al personaje de Pignon como un perdedor porque su mujer le ha dejado y solo tiene su "patético" trabajo y su hobbie de hacer maquetas con cerillas pero, dentro de su desgracia matrimonial, muestra su pequeña felicidad en el círculo íntimo de amistades, es su trabajo que le gusta y en su pequeña distracción de hacer maquetas. De esta forma le hace ver al "maravilloso" Brochant que su vida no es tan boyante ni espléndida puesto que el mismo está siendo "atacado" por las mismas armas con las que engañó a su amigo, además de demostrar que el tener dinero no implica que se sea educado y que se tenga clase, sino a veces es todo lo contrario.
Por otro lado, es un reflejo de lo que muchas veces hace el ser humano en la sociedad con respecto a las personas: las juzgamos por sus apariencias físicas, por su carácter, su medios económicos, etc; en lugar de valorar otras cosas más importantes como suele ser la personalidad, los valores e incluso la valía que tiene una persona para poder enfrentarse a las situaciones adversas. Por que si realmente nos ponemos a pensar, en este mundo que está tan loco, todos somos unos idiotas porque por diferentes razones, acabamos haciendo locuras de las que luego nos arrepentimos.
Calificación personal: 7
Lo que realmente quiero decir es que muestran al personaje de Pignon como un perdedor porque su mujer le ha dejado y solo tiene su "patético" trabajo y su hobbie de hacer maquetas con cerillas pero, dentro de su desgracia matrimonial, muestra su pequeña felicidad en el círculo íntimo de amistades, es su trabajo que le gusta y en su pequeña distracción de hacer maquetas. De esta forma le hace ver al "maravilloso" Brochant que su vida no es tan boyante ni espléndida puesto que el mismo está siendo "atacado" por las mismas armas con las que engañó a su amigo, además de demostrar que el tener dinero no implica que se sea educado y que se tenga clase, sino a veces es todo lo contrario.
Por otro lado, es un reflejo de lo que muchas veces hace el ser humano en la sociedad con respecto a las personas: las juzgamos por sus apariencias físicas, por su carácter, su medios económicos, etc; en lugar de valorar otras cosas más importantes como suele ser la personalidad, los valores e incluso la valía que tiene una persona para poder enfrentarse a las situaciones adversas. Por que si realmente nos ponemos a pensar, en este mundo que está tan loco, todos somos unos idiotas porque por diferentes razones, acabamos haciendo locuras de las que luego nos arrepentimos.
Calificación personal: 7
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