- Título original: You only live once
- Año: 1937
- Género: Drama
- Dirección: Fritz Lang
- Intérpretes: Henry Fonda, Sylvia Sydney, Barton MacLane, Jane Dixon, William Gargan, Warren Hymer, Ward Bond, Guinn Williams.
- Guión: Gene Towne, Graham Baker
- Música: Alfred Newman
- Fotografía: Leon Shamroy
- Montaje: Daniel Mandell
- Productora: United Artists
SINOPSIS
Eddie Taylor (Henry Fonda) un delincuente de poca monta, sale de la cárcel tras haber sido encerrado tres veces. Cuando goza de cierta libertad, es acusado de un crimen que no ha cometido y, a pesar de demostrar al final que no ha sido culpable; no hay vuelta atrás en el camino que ha decidido tomar.
CRITICA
Segunda película americana del director austríaco, poniendo como telón de fondo las injusticias que sufren muchas personas condenadas a muerte. O simplemente que te condenen a prisión por un crimen o delito que no has cometido. Remarcándolo con el echo de que si en el pasado has sido un delincuente, no te puedes redimir; ya que lo seguirás siendo el resto de tu vida. Las personas siempre merecen una segunda oportunidad (eso si, dependiendo del grado del delito y del arrepentimiento del sujeto).
Como se ha comentado brevemente en el párrafo anterior, la película contiene muchas denuncias. En concreto, la deficiencias de un sistema que condena a muerte a una persona con pruebas circunstanciales y, la imposibilidad de la reinserción de los expresidiarios y como son juzgados por una simple mirada o por su vida pasada. En esta época en Hollywood se grabaron una gran cantidad de películas que denunciaban diferentes aspectos relacionados con los trabajadores. Ejemplo de ello es Tiempos modernos (sobre la explotación laboral) o Las uvas de la ira (acerca de la pobreza rural).
Si bien es cierto que el espectador puede llegar a la conclusión de que realmente de que el personaje de Eddie tiene redención, el nota de que no tiene cabida en la sociedad y, que siempre se le juzgará por actos del pasado y el tormento de volver a prisión, se hace cada vez más patente en su forma de vivir. Todos estos aspectos se ven claramente reflejados en los diferentes planos. Aquellos que son claros muestran que los personajes tienen todavía un halo de esperanza, mientras que aquellos en los que los tonos oscuros se ciernen sobre ellos, no presagia un buen destino.
Como conclusión podemos decir que siempre hay prejuicios hacia aquellas personas que han errado en su vida y parece, que no tienen cabida. Cuando muchas veces se desconocen las causas o los motivos por los que tomaron esos caminos. Si bien es cierto, que no es una manera de justificarlos, nunca se sabe que haríamos nosotros en diferentes situaciones y lo más seguro, es que querríamos una segunda oportunidad y seguir avanzando.
Calificación personal: 8
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