- Título original: To each his own
- Año: 1946
- Género: Drama
- Dirección: Mitchell Leisen
- Intérpretes: Olivia de Havilland, Mary Anderson, Roland Culver, John Lund, Victoria Horne, Bill Ward, Doris Lloyd, Phillip Terry.
- Guión: Charles Brackett
- Vestuario: Edith Head
- Montaje: Alma Macrorie
- Música: Victor Young
- Fotografía: Daniel L. Fapp
- Productora: Paramount Pictures
SINOPSIS
Durante la Primera Guerra Mundial, la joven Jody Norris (Olivia de Havilland) se enamora de un piloto americano (el cual muere en la guerra) y queda embarazada. La joven decide entregarlo a una familia, aunque siempre estará cerca de el.
CRITICA
Actualmente, rememorar las películas de la época clásica del cine se convierte en una ardua tarea, puesto que el público actual ve aburrido una película en blanco y negro o muda; puesto que ya están acostumbrados a un cine mucho más comercial y donde la historia sea fácil de vender. Pero he de reconocer, que para mí, ver algunas de las películas que marcaron un antes y un después en la historia del cine, así como guiones que te atrapan e interpretaciones fascinantes, merecen ser recordadas aunque sea a partir de unas líneas de una simple aficionada al séptimo arte.
Esta película llegó a mis manos porque de vez en cuando reviso la filmografía de actores y actrices de la época dorada y la trama de ésta película, fue fascinante; sobre todo por el papel desempeñado por la mujer en una época tan conflictiva (no solo a nivel bélico) en la cual una madre soltera era el "peor de los pecados" y ya estaba marcada con el San Benito de las malas lenguas.
Al principio, se nos muestra a una mujer (maravillosa interpretación de Olivia de Havilland) de mediana edad un tanto amargada y huraña que sentada en una estación de tren empieza a recordar su vida en el pueblo en el que se crió y creció, así como sus idas y venidas para acabar estando sola. Como bien dice la sinopsis, se queda embarazada sin estar casada; lo que le produce a ella el miedo del "que dirán", pero a la vez no quiere desprenderse de su hijo. Y a lo largo de toda la película, se refleja una cierta "filosofía de la maternidad". Escribiendo esta frase, puede sonar a algo pedante o incluso extraño pero, si bien es cierto que a pesar del transcurso de la historia, dicha filosofía aparece en la película. Parémonos un poco a pensarla.
En una época donde las relaciones extramaritales de las mujeres y la consecuencia posterior de un embarazo provocaba una gran deshonra en una familia y en la imagen de la mujer, nuestra protagonista decide "abandonar" con un plan sutil a su hijo al cuidado de una familia y cuando cree "recuperar" a su hijo, esa ilusión se desvanece de las manos. Por lo que la protagonista hará todo lo que esté en su mano para recuperarlo. A pesar de todo, el espectador puede preguntarse: "¿y por qué no se quedó con el niño cuando lo tuvo?, ¿por qué fingir que no es su madre?". Todas estas preguntas son un gran dilema moral puesto que Jody, desea recuperar a su hijo como si fuera una transacción, es decir, comprándolo. Pero se termina de dar cuenta de que esos esfuerzos son en vano al ver que ser una madre consiste en proporcionarle cariño a un niño y no por el simple echo de haberle dado la vida. Hay subyace cierto dilema moral, porque hasta que punto la biología determina la maternidad de una mujer. Si bien es cierto que hay mujeres que por complicadas situaciones de la vida han tenido que dar a su hijo en adopción o incluso las autoridades les han quitado la custodia, ¿hasta donde alcanza ese derecho a la maternidad? La verdad es que provocaría un amplio debate la situación de la protagonista, sobre todo si se puede extrapolar a la situación actual que sufren hoy en día las mujeres.
La interpretación de Olivia de Havilland como esa madre en búsqueda de ese hijo que abandonó, es completamente cautivadora, puesto que en cada uno de los encuentros que tiene con el infante así como cada uno de los pensamientos y recuerdos que tiene, parece que los vive como suyos y eso impacta bastante y no se cree en el espectador ese sentimiento de prejuicio ante una situación tan complicada y con el hándicap de vivir en una época dura.
Para concluir, me gustaría hacer una reflexión sobre el derecho de las mujeres sobre la maternidad. Nunca se sabe por lo que una mujer habrá pasado y cuales son sus razones con respecto a tener o no tener hijo. Solo se debe de pensar en una cosa: en una vida inocente que puede tener una oportunidad en un hogar y poder tener una vida repleta de amor y futuro sin importar si es adoptado o no.
Calificación personal: 9
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