- Título original: Saw 3D: The final chapter
- Dirección: Kevin Greutert
- Año: 2010
- Género: Terror
- Intérpretes: Tobin Bell, Costas Mandylor, Betsy Russell, Sean Patrick Flanery, Cary Elwes, Chad Donella, Gina Holden, James Van Patten, Cary Elwes
- Guión: Patrick Delton, Marcus Dunstan
- Música: Charlie Clouser
- Fotografía: David A. Armstrong
- Montaje: Andrew Coutts
- Productora: Lionsgate Pictures, Twisted Pictures
SINOPSIS
El detective Hoffman (Costas Mandylor) huye de la policía tras ser descubierto como el discípulo de Jigsaw. Por otro lado, Bobby Deagan (Sean Patrick Flanery) expone en diferentes programas la experiencia que ha vivido como superviviente del psicópata.
CRITICA
El fin comienza (como en las entregas anteriores) con una de las famosas pruebas de Jigsaw. En este caso, un trío amoroso deberá pagar las consecuencias de andar jugando con el amor a tres bandas. Tienen un minuto para decidir quién de los tres morirá antes de que sierra perfectamente afiladas dividan sus cuerpos en dos. Podría decirse que lo más llamativo (y que creo que el espectador se preguntará) es como demonios ha llegado toda la trampa hasta el centro de la ciudad ante la atenta mirada de los transeúntes.
A partir de este momento, la película se convierte en un desfile sin sentido de escenas sangrientas que son presumiblemente impactantes, y con carambolas (más que giros argumentales) que terminan por hundir los pocos elementos interesantes que tenía la saga, al menos en las tres primeras películas. A partir de la cuarta entrega se trata de idear la trampa mortal más bestia posible, y con un mecanismo que llega a ser difícil de entender, de que forma que absolutamente todos acabarán muriendo, por lo que cualquier intento de salvación es inútil.
Desde el momento hasta la desaparición de Jigsaw, los giros argumentales se basaban en que tipo de trampas utilizaba el psicópata más famoso del cine para sus víctimas, ahora al saber quién es el nuevo culpable o culpables. El protagonismo del carismático Tobin Bell (actor que encarna a Jigsaw) ha sido relegado a un segundo plano, de esta forma se fue perdiendo la frescura en las películas, aunque el espectador se acaba enterando porque hacía todo lo que hacía.
La idea original no es ver como alguien se salva liberándose de las trampas, sino presenciar cómo un montón de carne humana se despedaza de formas inimaginables. No hay guión, no hay coherencia puesto que solo se necesita para llenar la pantalla de hemoglobina.
A partir de este momento, la película se convierte en un desfile sin sentido de escenas sangrientas que son presumiblemente impactantes, y con carambolas (más que giros argumentales) que terminan por hundir los pocos elementos interesantes que tenía la saga, al menos en las tres primeras películas. A partir de la cuarta entrega se trata de idear la trampa mortal más bestia posible, y con un mecanismo que llega a ser difícil de entender, de que forma que absolutamente todos acabarán muriendo, por lo que cualquier intento de salvación es inútil.
Desde el momento hasta la desaparición de Jigsaw, los giros argumentales se basaban en que tipo de trampas utilizaba el psicópata más famoso del cine para sus víctimas, ahora al saber quién es el nuevo culpable o culpables. El protagonismo del carismático Tobin Bell (actor que encarna a Jigsaw) ha sido relegado a un segundo plano, de esta forma se fue perdiendo la frescura en las películas, aunque el espectador se acaba enterando porque hacía todo lo que hacía.
La idea original no es ver como alguien se salva liberándose de las trampas, sino presenciar cómo un montón de carne humana se despedaza de formas inimaginables. No hay guión, no hay coherencia puesto que solo se necesita para llenar la pantalla de hemoglobina.
Calificación personal: 4
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