Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

domingo, 24 de julio de 2022

La dama de Shanghai (1947)

 



  • Título original: The lady from Shanghai
  • Año: 1947
  • Género: Cine negro
  • Dirección: Orson Welles
  • Intérpretes: Orson Welles, Rita Hayworth, Everett Sloane, Glenn Anders, Ted de Corsia, Erskine Sanford, Gus Schilling, Harry Shannon
  • Guión: Orson Welles
  • Música: Heinz Eric Roemheld
  • Fotografía: Rudolph Maté
  • Montaje: Viola Lawrence
  • Vestuario: Jean Louis
  • Productora: Columbia Pictures


SINOPSIS

Michael O'Hara (Orson Welles) es un marinero irlandés que salva a Elsa (Rita Hayworth) de unos asaltantes en un parque de Nueva York. Ella le ofrece trabajar en el yate de su marido con discapacidad física. Lo que parece que va a ser un trabajo sencillo, se termina de convertir en una maraña de intrigas y asesinatos.


CRITICA

El género por excelencia en el que sabía moverse el director americano era el suspense, de ahí que sus grandes interpretaciones correspondan a este género. Además, intentando siempre introducir una voz en off para poner en situación al espectador y en cierto modo, que le acompañe en todo el viaje que está realizando, para que no se pierda ninguno de sus movimientos. Desde el principio nos muestra toda la historia como si fuese un laberinto, de ahí que la gran escena final se desarrolle en un laberinto de espejos donde nada es lo que parece.

Aunque la trama parece ir de una forma encauzada, la apariencia de los diversos personajes, la realidad deformada de la vida acomodada, los pensamientos e intenciones enrevesadas de los personajes, hacen que a veces la historia sea un poco complicada de seguir pero, al mantener ese ritmo trepidante, provoca que uno no pierda el interés en lo que Michael está relatando al espectador.

En esta vorágine en la que el espectador se pierde, podría decirse que es una metáfora de la vida de los protagonistas que es igual de caótica, en donde ninguno se fía del que tiene al lado y de paso, hacerse la vida imposible entre ellos que, como bien comenta Michael, son como tiburones hambrientos que se terminan por destruir entre ellos para salir victoriosos.

Desde mi punto de vista, es una buena historia pero que está contada de una forma un tanto precipitada y donde los agujeros de guión son bastante evidentes en algunas de las escenas y como para llegar al desenlace, se acontecen situaciones que están un poco forzadas. Eso si, de alguna forma se salva por la escena final de los espejos (que en su tiempo emularía la serie Los Simpson) y, porque el gran Orson Welles no deja indiferente a nadie.



Calificación personal: 7

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