Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

viernes, 30 de junio de 2023

Una jornada particular (1977)


 

  • Título original: Una giornata particolare
  • Año: 1977
  • Género: Drama
  • Dirección: Ettore Scola
  • Intérpretes: Sophia Loren, Marcello Mastroianni, John Vernon, Alessandra Mussolini, Françoise Berd, Patrizia Basso, Tiziani Di Perso.
  • Guión: Maurizio Constanzo, Ettore Scola, Ruggero Maccari.
  • Música: Armando Trovaioli
  • Fotografía: Pasqualino De Santis
  • Montaje: Raimondo Crociani
  • Vestuario: Enrico Sabbatini
  • Productora: Compagnia Cinematografica Champion, Canafox.


SINOPSIS

En mayo de 1938 Hitler visita Roma. Todos los ciudadanos se preparan para ese gran día con sus mejores galas y para disfrutar del desfile. Todos en un edificio se van menos la portera, Antonietta (Sophia Loren) y Gabriele (Marcello Mastroianni), cuyas vidas cambiarán de alguna forma ese día.


CRITICA

El realismo del cine italiano es un verdadero deleite para los sentidos porque, más allá de poner a unos personajes lo que refleja es la realidad de la sociedad italiana de esa época y la naturalidad de sus vidas. Por lo que también, Una jornada particular se encuentra dentro de este ámbito y, cómo se sirve de un acontecimiento que marcó parte de la historia de Italia, en reflejar elementos privados y públicos.

El punto de partida de la película comienza con imágenes de archivo de esa famosa llegada de Hitler a Roma y del revuelo que se está generando para así, dar paso al reflejo de la vida que lleva la ama de casa Antonietta y hacer un recorrido por su casa y por cada uno de los miembros de su familia (aunque sea de una forma muy breve) a la vez que muestra a todo el vecindario (haciendo un magnífico homenaje a la película La ventana indiscreta) para hacerle partícipe al espectador del entusiasmo de los vecinos y el despliegue de las banderas para que al final, con un plano secuencia se muestren dos ventanas: la de Antonietta y la de Gabriele. Ambos son dos seres atrapados en sus anodinas vidas porque se sienten rechazados por su condición. Ella, aterrorizada por si se queda embarazada y ve que no puede prosperar en la vida y él, por ser homosexual y su forzoso destierro.

Ambos se encuentran sin saber nada del uno del otro ni de los tormentos de sus vidas y como han sido marginados de la celebración, aunque haya sido de una forma autoimpuesta. Se sentían solos, pero se van a encontrar. En ese encuentro, ambos temen mostrarse como son, tanto a nivel físico y emocional (maravilloso el detalle cuando Antonietta ve que sus zapatillas tienen un agujero y ve la media sucia y se dobla esa parte,  reflejo de lo que no quiere mostrar), que en caso de las emocionales no quieren ambos que el otro las vea. En definitiva, ambos tienen condición de víctimas. Pero, en ese victimismo se encuentran y el director les trata con inmensa ternura.

Por otro lado, ambos tienen pensamientos ideológicos diferentes que como es lógico, terminan por chocar, pero eso no les impide abrazarse y sostenerse a flote con palabras de aliento, aún sabiendo que van a terminar por naufragar aunque intenten cambiar una situación cuyo final ya está escrito. A pesar de sus diferencias, se han entregado mutuamente el uno al otro para tener un alivio, pero no es así. Como bien le dice Gabriele a Antonietta: "Ha sido precioso. Pero nada cambia". Ninguno de los dos es libre para vivir como realmente quieren y que en esa precaria vida, ambos se descubren.

Al final, la mirada del director nos quiere mostrar que no existen los milagros instantáneos ni las redenciones repentinas pero si, en la solidaridad humana; por lo que podríamos resumir esta película con una frase que le dice Gabriele a Antonietta: “Verte, conocerte, hablarte, pasar el día contigo, precisamente hoy, eso ha sido muy importante para mí”. Como si se lo dijese al propio espectador.


Calificación personal: 8



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