- Título original: Höstsonaten
- Año: 1978
- Género: Drama
- Dirección: Ingmar Bergman
- Intérpretes: Ingrid Bergman, Liv Ullmann, Lena Nyman, Halvar Björk
- Guión: Ingmar Bergman
- Maquillaje: Cecilia Drott
- Fotografía: Sven Nykvist
- Montaje: Sylvia Ingermasson
- Vestuario: Inger Pehrsonn
- Productora: Personafilm
SINOPSIS
Eva (Liv Ullmann) invita a su madre Charlotte (Ingrid Bergman) a pasar unos días en su casa tras la muerte del compañero de Charlotte. En ese transcurso de los días, comenzarán a salir a la luz todos aquellos sentimientos reprimidos.
CRITICA
Con el paso del tiempo, me he ido preguntando que es lo que le hace al cine europeo ser tan especial y tan duro a la par que reflexivo moralmente. Yo creo, que simplemente muestra la cotidianidad y la verdad de las situaciones de las personas y los diferentes caminos que hay para encarar dichas situaciones, ya sean buenas o malas. Y esta película, es una de muchas historias que relata una situación que se vive muy a diario: las relaciones entre una madre y una hija.
Siempre me he cuestionado que hace que el cine de Ingmar Bergman haya (y sea) mundialmente reconocido y alabado ; y creo que es por la profundidad de las historias que cuenta y las reflexiones que hace sobre la vida y todo lo que conlleva consigo. Por eso, para mi Sonata de otoño será una de las películas que nunca olvidaré.
La premisa de la que parte la historia es realmente sencilla: una hija se entera de la noticia de que el amigo de su madre ha fallecido y cree que sería conveniente que pasase un tiempo con ella para poder pasar esta mala situación. La madre acepta gustosamente dicha invitación pero, es evidente que la envuelve todo un aura de egocentrismo frente a la sencillez y hospitalidad de su hija, la cual la presta todas las atenciones posibles. Pero, en un momento del desarrollo de la película, hay un punto de inflexión en el cual la madre se encuentra con una realidad que pretendía olvidar: la existencia de otra hija postrada en silla de ruedas que vive en casa de su hija Eva. Este acontecimiento la acaba bloqueando por completo e intenta zafarse adelantando el viaje para dar un concierto.
Ante esta situación, Eva (que aunque aparenta ser bastante inocente) aprovecha la coyuntura para decirle a su madre todo aquello que no le dijo porque no se sentía capaz de decirle por intentar vivir una infancia añorando un amor inexistente por parte de su progenitora y que la llevaron a un profundo desasosiego al tener una madre que anteponía todo, especialmente su carrera como concertista de piano, con tal de evadirse de las responsabilidades familiares. Claro está, que esto a Charlotte le pilla bastante desprevenida porque desconocía todos los sentimientos de su hija y cuya decisión de alejarse cree que fue la mejor que pudo tomar.
En esta vorágine de emociones se ve claramente como el vivir aislada de las responsabilidades y evitar cualquier enfrentamiento o conflicto no violento y hacer como si no hubiese pasado nada, es peor que decir las cosas en el momento oportuno. Ante esta situación, madre e hija tendrán que hacer frente a los fantasmas del pasado de una relación que no existió y que parece que ahora existe, pero que no es real.
Desde mi punto de vista es una reflexión perfecta sobre las relaciones entre los padres y los hijos donde con el paso del tiempo se va viendo la ruptura paterno filial y se busca a los causante de los problemas o prefieren alejar a esa persona de su vida. Como siempre, el gran director sueco hace gala de su gran maestría a la hora de escribir guiones sólidos y rompedores, así como unas grandes interpretaciones de Ingrid Bergman y Liv Ullmann como madre e hija.
Calificación personal: 9
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