Al mal tiempo, buen cine...

Queridos lectores y seguidores:

Me permito escribir una líneas para agradeceros a todos (desde todas las partes del mundo) que visitéis mi blog y todo lo que voy publicando. Ante todo comentar que no estoy licenciada en cinematografía pero, doy gracias por haber asistido a cursos y que mis padres me introdujeran al cine con sólo 8 años.

Por eso os animo que escribáis vuestras opiniones sin vergüenza alguna (¡por eso existe la libertad de expresión!) o sugerir cambios o visionados de películas, ya que se convierte en un feedback donde podemos aprender unos de otros.

Para finalizar, gracias una vez más por vuestro tiempo y dedicárselo a mi blog. ¡Seguid disfrutando del cine!

domingo, 21 de marzo de 2021

El séptimo sello (1957)

 



  • Título original: Det sjunde inseglet
  • Año: 1957
  • Género: Drama
  • Dirección: Ingmar Bergman
  • Intérpretes: Max von Sydow, Gunnar Björnstrans, Bengr Ekerot, Nils Poppe, Bibi Andersson, Inga Landgré, Ake Fridell
  • Guión: Ingmar Bergman 
  • Música: Erik Nordgren
  • Fotografía: Gunnar Fischer
  • Montaje: Lennart Wallén
  • Productora: AB Svensk Filmindustri


SINOPSIS

Suecia, mediados del siglo XIV. La Peste Negra está asolando Europa. Tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas, el caballero Antonius Blovk (Max von Sydow) regresa, y a su regreso se encuentra con la Muerte con la que juega una partida de ajedrez.


CRITICA

De todas las películas que llevo vistas sobre el director sueco (por el momento), desde mi punto de vista este es el filme más críptico, personal e íntimo sobre la mirada a la vida del ser humano y la gran pregunta que muchas veces el hombre se plantea: la figura de Dios y su existencia o su no existencia.

A la hora de visionar la película, puede crear en el espectador una atmósfera agobiante, ya que lo sume en un laberinto de sensaciones que hacen que se introduzca de lleno en la historia que nos quiere transmitir es sobre todo la inseguridad del ser humano ante las dificultades de la vida y como muchas veces, clamamos a ese cielo, a ese Dios para que nos escuche. Pero realmente, no se escucha nada. Solo hay silencio. Silencio en un momento en el que Europa pasa por su peores momentos y no encuentra escapatoria ante la Peste Negra.

 El relato se va desarrollando a través de un guion de diálogos profundos, iniciados desde la puesta en escena de una singular partida de ajedrez hasta el final del film en el que se muestra una extraña danza de la muerte. De esta forma reconocemos una obra magnánima en la que se integran muy bien un texto escrito, dando cuenta de palabras y silencios para meditar, una fotografía en blanco y negro para contemplar, y una música inolvidable para no olvidar. Todo un simbolismo único se ofrece en la película, puesto en consideración del intérprete, desde el que resulta posible auscultar diversas perspectivas sobre su sentido y alcance.

Con una película, rica en metáforas, Bergman nos hace pensar en problemas de gran envergadura filosófica. El director logra su propósito recreando un ambiente agobiante que muestra la teatralidad en la que la muerte se desenvuelve, a través de la visión personal de una Europa bajomedieval con unas estructuras en franca decadencia. Es el ocaso que siempre ha acechado al hombre cuando ha buscado indagar por el sentido de su vida.

Para Bergman, el miedo a la muerte conduce indefectiblemente a la pregunta religiosa sobre la existencia de Dios; pero la película no responde a la cuestión, solo permite indagar sin cesar sobre el asunto. La confusión sobresale, siendo necesario generar un embate frente a la apabullante superficialidad que azota al hombre actual. No hay certezas sobre lo que sucederá una vez llegue la muerte. El ser humano no halla a Dios para que le responda. Está solo. Por esto, desde la perspectiva del director, se piensa que todo aquel que aborde dilemas de esa entidad estará amenazado por la posibilidad de hundirse en un “espantoso” abismo.

A modo de conclusión, vale destacar que El Séptimo Sello, una película de actualidad indiscutible, es un testimonio de resistencia frente a cualquier pretensión de renuncia a la cuestión sobre el sentido de la vida. El film es una auténtica obra de arte, una pieza icónica y metafórica, que no tiene como propósito ofrecer juicios morales, ni responder certeramente a preguntas de hondura metafísica.


Calificación personal: 8.5


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