La vida privada de Enrique VIII (1933)

• Título original: The private life of Henry VIII
• Año: 1933
• Género: Biográfico, drama
• Dirección: Alexander Korda
• Intérpretes: Charles Laughton, Robert Donat, Merle Oberon, Wendy Barrie, Elsa Lanchester, Binnie Barnes, Robert Donat, Franklin Dynall, Laurenc Hanray, Joh Loder.
• Guión: Lajos Biró, Arthur Wimperis
• Música: Kurt Schröder
• Fotografía: Georges Périnal
• Montaje: Stephen C. Harrison
• Productora: London Films

SINOPSIS

En mayo de 1536, después de la ejecución de su segunda esposa, Enrique VIII (Charles Laughton) se casa con su tercera mujer: Jane Seymour. Durante todo su reinado se llegó a casar seis veces para así poder asegurar un heredero varón al trono.

CRITICA

De sobra es de todos conocidos la vida de uno de los reyes más famosos de Inglaterra. En primer lugar porque rompió con la Iglesia Católica y creó la Iglesia de Inglaterra (denominada hoy en día Iglesia Anglicana) y por sus seis turbulentos matrimonios donde dos de los cuales sus esposas acabaron siendo ejecutadas, puesto que no eran de sangre real; de la única de la que "no se pudo deshacer" fue de Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos.

Centrándonos en lo que concierne al mundo del cine, muestra con bastante realismo la opulencia con la que vivían antes los reyes (y con los grandes ricos en la actualidad) y también el temor que se les tenía por si se comentaba algo "inapropiado" o incluso siempre tener que estar alabándole por todo lo que hacía y besar el suelo por donde el pisaba.

Por otro lado, nos muestra a un personaje que más que gobernar por Inglaterra y para el pueblo, era un personaje grotesco, lujurioso y, ya en la madurez, patético, un personaje regio en su postura de piernas separadas y brazos en jarras y humanizado (incluso humillado) cuando su anciana niñera le echa más de una reprimenda, cuando juega y no para de perder contra su cuarta esposa o incluso decide dejar la mesa para mostrar sus dotes de luchador ante su quinta esposa, Katherine Howard.

De alguna forma muestra de forma caricaturesca la decadencia de un rey que a principios de su reinado tuvo mucho poder y una buena imagen frente a Europa pero, su avaricia y su lujuria le llevaron no solo a separarse de Roma, sino a guiarse más de sus apetencias y gustos y no reprimirse lo más mínimo para ser recordado como un buen monarca.

Calificación personal: 7